10 de marzo de 2007

PALABRAS QUE DAN MIEDO

Casi un mes sin pasarme por mi blog, múltiples líos personales y laborales me han quitado la costumbre de escribir a diario, y todos los blogers saben que si pierdes la costumbre cuesta mucho retomarla.

El hecho de que hoy la retome se debe al escalofrío que me han producido las palabras de Rajoy, y la masa que le secundaba en la manifestación de hoy.

En palabras del líder de la oposición "Llamo a los españoles a defender la nación española."

Supongo que a todos los libertadores de la España grande y libre, estas palabras les parecerán apropiadas, necesarias, es más incluso les parecerán débiles porque al fin y al cabo, se pueden interpretar como una llamada a las armas pero no queda todo lo claro que a algunos les gustaría.

A mí estas palabras me dan miedo. No porque alguien crea que hay que defender la nación española como un todo indivisible e inmutable en el tiempo, que puede ser hasta legítimo, sino por las consecuencias que pueden traer en la situación que ellos mismos han generado de crispación civil.

A continuación de las palabras de Rajoy, radiaban aportaciones de la masa allí concentrada, y esto, es lo que me ha puesto los pelos de punta; gentes pidiendo que el presidente del Gobierno sea fusilado, gentes declarando su adhesión a la teoría de la conspiración del 11-M, y lo peor de todo; gentes declarándose dispuestas a morir y matar por la nación española.

Éstos, que son los españoles de bien a los que convocó Rajoy en estos días, han llegado a la misma posición que los terroristas de ETA, a los que tanto quieren combatir, morir y matar por su nación...

El discurso de Rajoy, lleno de alusiones a la palabra democracia, no hace otra cosa que promover el levantamiento de la España de Franco, y eso, aunque lo llamen democracia, no lo es. De la misma forma, que los terroristas de ETA defienden el marxismo, y mientras sigan matando no vale es palabra en sus bocas.

Desde mi humilde, y poco actualizada bitácora, pido a los lideres del PP que paren, que no sigan arrastrando a la gente de bien a desear morir y matar por algo que llaman Nación, porque si siguen por ese camino, cuando la violencia estalle también en su bando, no podrán pararla, o a lo mejor no querrán