28 de febrero de 2008

Que no te cambien el juego

Porque el voto a IU es útil para evitar que el PSOE quede hipotecado por la derecha nacionalista.

Porque no hay ni empate, ni incretidumbre: gana el PSOE. Sólo falta saber si el perfil del futuro gobierno tendrá mirará hacia la derecha (nacionalistas) o o hacia la izquierda (IU).

Porque el voto a IU es decisivo para ganar a la derecha, y establecer un nuevo pacto de las izquierdas a partir del respeto a la autonomía de cada proyecto político.

Porque cada voto a IU es útil y decisivo para conseguir formar Grupo Parlamentario, ya que se necesita el 5 por ciento de los votos.

Porque son muchas las provincias (Madrid, Valencia, Alicante, Vizcaya, etc.) donde es IU y no el PSOE, la que le disputa al PP el último diputado.

En definitiva, porque un voto a IU es doblemente decisivo para la iniciativa política y parlamentaria en el próximo periodo legislativo.

Que no te cambien el juego.

VOTA ÚTIL.

VOTA IZQUIERDA UNIDA

10 de febrero de 2008

La eutanasia y los cuidados paliativos del dolor.

En el último post que escribí sobre el caso Severo Ochoa se produjo un animado debate al que no he podido atender por cuestiones de tiempo, me dispongo a realizar algunas aclaraciones sobre las afirmaciones del señor Hilario ideas, que por su extensión e importancia en el tema prefiero realizar en un post y no en los propios comentarios.

Empezaré dándole la razón en una cosa, es verdad que las primeras declaraciones de los líderes de las organizaciones de izquierda de la comunidad de Madrid, tanto Rafaél Simancas del PSOE, como de Fernando Marín de IU, fueron en la línea que usted afirma, y sabe por qué? porque el señor Lamela, en un abuso de su papel institucional, en la línea de la práctica del PP en esta comunidad, les quiso hacer cómplices de su mentira, por un tiemp lo consiguió.

El señor Lamela, les comunicó oficialmente, y con una gravedad que asustaba, que se habían producido 400 asesinatos en el hospital de Leganés, que había una investigación abierta, que les mantendría informados y les pidió máxima discrección.

Por desgracia, ambos portavoces creyeron al Consejero y tardaron demasiado en escuchar la versión de los profesionales y contrastar la información del consejero, por ello deberían pedir perdón a los profesionales, en lo que a mi respecta, lo lamento profundamente.

En el momento en que saltó a la prensa y la información fué contrastada, ambas organizaciones llegaron a las conclusiones que los mismos jueces han ratificado y que explican muchas de sus dudas o asusaciones veladas, y que demostraban que, como usted afirma, alguien pretendía hacer un caso político de algo que, de no haber sido intencionadamente tratado como persecución política, no habría sido ni noticia porque se habría desestimado en el minuto uno. El que quiso hacer política de ésto desde el principio fué Lamela, y nadie más.

Las urgencias de leganés tenían un mayor número de índice de mortalidad porque en ausencia de planta especializada en cuidados paliativos del dolor en enfermos terminales, éstos eran tratados en las propias urgencias de acuerdo a los protocolos médicos establecidos al efecto, si alguien hubiera ido más allá de urgencias y hubiera comprobado la mortalidad de enfermos terminales en el hospital con otros hospitales, las cifras habrían cambiado.

El colegio de médicos convirtió dudas administrativas referidas a los informes en mala praxis médicas, de una manera precipitada y sin las correspondientes aclaraciones médicas sobre las dudas de trascripción administrativa de los informes que, una vez dadas concluyeron lo mismos que los jueces, no había mala praxis.

La mortalidad de las urgencias disminuyó tras la destitución del doctor Montes porque, como ya ha dicho algún bloguero , el equipo que le sustituyó instauró como práctica el traslado a planta o el alta a aquellos enfermos terminales que previsiblemente morirían, criterio que no responde a lógica médica pues seguían sin disponer de planta de paliativos, sino que responde al miedo laboral ante represalias políticas.

Tampoco voy a aunar en la mala utilización de los datos estadísticos en este caso porque también ha sido ya respondido por otro bloguero, los datos si no tienen referencias claras a la realidad que describen y no son interpretados de acuerdo a los ítems que los generan, siempre dan lugar a interpretaciones errones, unas veces más intencionadas que otras.

Por último, me parece burdo por su parte, y nada respetable, aunque sea usted libre para decirlo, las comparaciones que establece entre este caso, la eutanaisa y los nazis.

La sedación de enfermos terminales es un tratamiento paliativo del dolor que está instaurado, protocolizado y admitido en la práctica clínica diaria en todos los hospitales, y que consiste en tratar lo único tratable en los casos que médicamente no tienen más salida que el tratamiento del dolor que producen.

No es eutanasia ni activa ni pasiva, porque la sedación no persigue la muerte del paciente, sino el tratamiento del dolor, aunque en ocasiones tenga resultado de muerte, como las operaciones a corazón abierto que buscan salvar la vida pero que a veces, acaban con ella, por tanto, es un tratamiento médico y por supuesto no es un método para eliminar a pacientes que ocupan camas o producen infecciones.

Por desgracia el caso Montes ha provocado que muchos profesionales que practicaban este protocolo con absoluto respeto a los principios de su juramento hipocrático hayan dejado de hacerlo, lo que no ha salvado ni una sola vida, solo ha convertido en absolutamente insoportable los últimos momentos de vida de miles de Madrileños.

Esta es la verdad, ratificada por jueces y expertos médicos y de acuerdo a esta verdad el señor Lamela debería dimtir, no sólo porque su negligencia mal intencionada haya maltratado personal y profesionalmente a un grupo de médicos, si no, y fundamentalmente, porque por su talibanismo ha provocado enormes sufrimientos a enfermos y familiares que no han sido adecuadamente tratados en los servicios médicos madrileños durante los últimos años, sería interesante buscar estadísticas que hablaran de cuanto ha aumentado la muerte en casa de pacientes terminales o las muertes agónicas y dolorosisimas en los hospitales de Madrid, si se hicieran públicos esos datos, quizá habría que llamar doctor tortura al señor Lamela.

Esa es la verdad y lo demás que se sigue diciendo tiene otros nombres, casi todos alimentados por la derecha y practicados habitualmente por el mundo, señor Hilario, utilice mejor su libertad de expresión que tanto ha costado conseguir y tanto cuesta mantener en este país.