No es broma, no.
Ayer, la compañía aérea Ryanair regalaba billetes de avión a quien se presentase en una plaza céntrica de Barcelona portando pancartas contra Iberia.
Como lo leen.
Y pasó lo que tenía que pasar. Que la gente hizo el curro, se presentó y no había billetes para todos porque no habían previsto la asistencia de tanta gente. Se abalanzaron a por la pobre chica que los repartía y los Mossos tuvieron que intervenir.
Im-prezionante.
Y yo pregunto:
¿Tanta gente hay de vacaciones o sin nada que hacer?
¿A la gente le hubiera dado igual el trayecto del billete, porque digo yo que no se podía elegir?
- A mi me ha tocado Valencia y a ti A Coruña.
- Pues nada, yo a comer Paella y tú Percebes.
- Nos vemos pasado mañana, cariño.
Porque supongo que sólo daban el billete de ida y que no había concentraciones similares en otros puntos para recoger billetes de vuelta, no?
Y sobre todo.
¿De qué van estos de RyanAir? No me subo en un avión de esos ni de coña.
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