Quizá estas palabras sean un poco incorrectas ante el fallecimiento del señor Polanco, no pretendo con ellas ofender a nadie ni menospreciar el sufrimiento de la familia y amistades de este protagonista de la historia moderna de España, pero es que después de las 12 páginas de el País, y la multitud de programas especiales de la cadena ser ensalzando las virtudes del señor en cuestión, solo se me ocurren dos cosas que decir.
La primera es, si este señor era tan bueno en todo creo que el grupo prisa debería proponer su canonización. Como creo que esta no es la intención de nadie de los que han recordado con cariño en estos días a este personaje, sólo me queda pedir, que en tanto ensalce a la libertad de prensa, y la honestidad de la profesión y todas las cosas que él defendió, promover desde estas humildes líneas, la búsqueda de testimonios de personas que puedan decir alguna cosa, por nimia que sea, que haga un leve borrón en el impoluto currículum de tan elevado mártir del periodismo.
Como sé que en sus círculos cercanos, en estos momentos de dolor, nadie va a recordar elementos banales y negativos de su persona, propongo recibir en este espacio testimonios de precarios del grupo prisa que pongan la contrapartida a tanta loa y hablan de la parte negra del imperio empresarial, la que tienen todos, esos contratillos precarios, esas gentes contratadas y despedidas en el mismo día en rotativas, esos becarios explotados en las redacciones, vamos, lo que es contrastar la información que tanta admiración nos despierta en estos días, sin maldad, solo por evitar que el santo pontífice abrumado por las loas recibidas por la figuara del señor Polanco se anime a canonizarlo, lo cual no creo que fuera del agrado de sus amigos más cercanos.
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A usted lo que le pasa es que es una roja. Nótese que no utilizo el habitual diminutivo sarcástico ("rojilla"), porque quien es capaz de referirse a este aspecto de la cuestión, en lugar de a las monsergas al uso, es que tiene bien mamados los principios por los que se rigen los rojos (bella aliteración).
ResponderEliminarSin embargo, ha despreciado usted olímpicamente una invitación a comer, cosa que no quedará impune.
Un saludo.
roja o rojilla, lo mismo da, nunca he trabajado para PRISA pero sé de gente trabajando lo que se dice "gratis" o a cambio de una remuneración que merece ser adjetivada siendo generosos como "insuficiente", horarios escandalosos, genuflexión permanente, y a falta de los vítores a dios, la patria o el rey siempre nos quedará un buen obituario a don Jesús para ganarnos el cielo en la tierra de las redacciones de Prisa.
ResponderEliminarSi lo peor no es sólo que se comportara como cualquier empresario al uso, sino que su poder fáctico era y es la representacíón oficial, el espejo de lo que es ser de izquierdas en España.
ResponderEliminarVamos, que si hubiera hecho contratos indefinidos seguiría siendo un poder fáctico nesfasto para el desarrollo de la izqueirda en España.
Aquí estoy.
ResponderEliminarYo he sido precario del Grupo Prisa, concretamente en EL PAIS.
Y lo cierto... es que fue una buena experiencia, me gusto, me agrado poder trabajar con ciertos profesionales (con otros no tanto).
Nunca llegué a ver al tito Polanco en persona, si a su secuace J.L.Cebrián, y lo cierto que no tenía tanta pinta de explotador.
No quiero chafarte los comentarios, pero no veo al señor Polanco más fiero que cualquier otro.